Hay algo que tenemos en común muchas mujeres al convertirnos en madres y es que desde la llegada de los hijos la paz y tranquilidad brillan por su ausencia, las horas en las que podemos dormir se convierten en las más felices del día, y entrar al baño se convierte en una lucha diaria. Si después del nacimiento de tus hijos, el espacio personal y el tiempo para ti misma han pasado a segundo o hasta tercer plano, bienvenida al grupo de las Monpets, y si no sabes a que me refiero una MONPET es la abreviatura de la frase en ingles; Mother with No Personal Time que en español significa Madre sin tiempo personal, y creo que más de una ha de sentirse identificada con este término.
En muchísimas ocasiones, al estar tan dedicadas a el cuido de nuestros hijos, nos vamos dejando de lado a nosotras mismas y entra ese sentimiento de "primero él, que ya podré hacer lo mío después", y sin darrnos cuenta ese "después" podría no llegar nunca.
Quizá antes de ser madre tenías tiempo para dedicar a ti, te gustaba pintar tus uñas, arreglar tu pelo, tenías tiempo para ejercitarte, y dedicar a tu bienestar emocional, paseos, meditación, leer, ir de compras, reuniones con amigas, etc… Pero ahora, el sin fin de responsabilidades, respecto a tus hijos, tu trabajo, tu hogar y demás, te hacen evadir esa parte de tu vida, y poco a poco sin darte cuenta te has convertido en una Monpet.
Tiempo, tiempo, tiempo, lo que nos falta es tiempo, es momento de dejar de creer que somos egoístas por querer un poco ¿Para hacer qué? Lo que quieras. Lo que te haga feliz. Lo que te haga sentir bien. Lo que dibuje una sonrisa en tu rostro o te haga sentir llena en tu corazón. Por supuesto que tener a nuestros hijos y pasar tiempo con ellos también nos produce felicidad y mucho, amor.
Pero yo hablo de lo que te llena a ti como mujer. Esas actividades que antes de ser madre, te producían alegría y bienestar físico o emocional, acá 5 tips para lograr tener ese tiempo personal.
Busca apoyo
Si tienes inconvenientes o deseas despejarte unos minutos, pídele a tu pareja, mamá o alguien de confianza que cuide de tu pequeño por unos minutos. TODAS necesitamos salir un rato. Es una manera de recobrar energías y regresar a tu bella tarea de ser madre. La felicidad está en las pequeñas cosas. ¡Descúbrelas!
Delega las tareas
Recuerda que no tienes que cargar tu sola con el peso de las tareas del hogar, tu pareja también debe participar en ellas. Algo que les puede ayudar es establecer turnos por las tardes y repartir el trabajo, un día tu pareja se puede quedar en casa ayudando a los niños con los deberes mientras tú dedicas tiempo para ti misma o viceversa.
Mantén las actividades
Para la mayoría de las madres es muy importante mantener sus prioridades y actividades. Empieza realizando al menos una actividad al día que seas solo tú, por ejemplo salir a caminar, leer, ver tus series favoritas, correr etc. Prográmate para hacerlo todos los días. Intenta mantener tus intereses, no renuncies a todo lo que te gusta por haberte convertido en madre.
Establece una rutina para tus hijos
Es muy importante que los niños adquieran ciertos hábitos de rutina en los que se respeten los horarios. Además de ayudarles a ser más organizados y a establecer costumbres, sirve de gran ayuda a la hora de aprovechar el tiempo.
Establece horarios para las diferentes comidas del día, para que hagan los deberes, jueguen o realicen las actividades extra escolares. Por supuesto, también es importante que se vayan a dormir siempre a la misma hora, de esta manera descansarán tanto tú como ellos y lograras aprovechar mejor el día.
Organízate
Cuando eres madre primeriza puede que caigas en el error de dedicar tus energías al bebé. Sin embargo, ten en cuenta que pones en riesgo tu salud mental, la relación contigo misma y de pareja. Tu vida como mamá implica un todo!.
Es una realidad en la cual muchas madres nos vemos afectadas Muchas veces somos nosotras, las mujeres, las que asumimos toda la responsabilidad y carga de trabajo y las que nos negamos a soltar o a delegar en el otro, pero está claro que tanta presión puede repercutir nuestra salud. ¡Tenemos que empezar a ponerle freno!
Caro García, Octubre15